Yo me eduque con los Jesuitas, y no con los Vaticanistas, con los defensores de la Teología de la Liberación, con los luchadores activos en las selvas en las épocas en las que las dictaduras en Centro América hacían que la lucha por las libertades se hacía en la selva y con las guerrillas, con los humildes, con los desamparados, con los desterrados, con los pobres de solemnidad. De ellos aprendí que el Mundo se divide en dos, los que tienen y los que no tienen nada. Los que tienen voz y los que no tienen voz, los que viven y los que sobreviven. La unión de mi educación en este campo y la historia de mi familia (roja de solemnidad) hizo que siendo muy joven y que de forma consciente y tranquila quisiese participar en dos organizaciones hermanas, nacidas de un mismo padre y cuyos principios fundamentales se entrelazan, la UGT y el PSOE.
Por estas dos organizaciones cientos de miles de personas perdieron la vida en la oscura noche del fascismo en España, lucharon en las montañas, se escondían en los bosques, eran perseguidos y ejecutados en las cunetas y en las tapias de los cementerios de casi todos los pueblos y ciudades de esta nuestra España. Y daban su vida en la lucha por conseguir algo que nos parece muy fácil, pero que no hace tanto tiempo era una utopía, el derecho a una educación pública y de calidad, a una sanidad, a la cultura, a un trabajo digno, a poder tener una jornada que no fuese de sol a sol. Luchaban pues por el pueblo, por los que nada tenían (o muy poco) y era tal su concienciación que estaban dispuestos a dar su propia vida. En esta época la palabra compañero tenía una dimensión especial, casi superior a la de hermano. Miles de estos compañeros y compañeras están ahora en países de hispano América porque se tuvieron que ir por la persecución que sufrían del imperio fascista que cubría casi toda Europa, otros como decía en la cunetas, o simplemente han tenido que borrar su memoria histórica para hacer posible la actual democracia. ¿Qué ha cambiado para que ante la mayor crisis económica desde hace décadas el partido y el sindicato estés en posturas antagónicas?, ¿qué pensaría Pablo Iglesias nuestro padre común?
Con la llegada de la transición a España comenzó a tener muchísimo peso una clase media pujante. La llegada del PSOE al Gobierno en el año 1982 hizo posible que esa clase social se consolidase. Se hizo universal el sistema sanitario público siendo un referente mundial, se dignifico la educación pública y se posibilito el acceso de los hijos de los trabajadores y trabajadoras a la universidad con becas, se doto a las personas mayores de pensiones dignas, se avanzo en políticas sociales y en conquistas sociales soñadas por la clase trabajadora durante siglos. Esto consolido tres realidades en España, una clase media (la mayoritaria) que podía llegar a todos lo que hacía muy poco no podía acceder, y se fue perdiendo la identidad de clase, muchos eran ya los que no querían que se les llamase "obreros", "clase obrera", y toda una pedagogía social y colectiva se fue perdiendo con el paso de los años. Los nietos de aquellos que andaban por los montes llevaban una vida muy acomodada y militan en partidos y organizaciones de izquierdas desde una perspectiva ideológica, pero olvidando que son parte de esa clase obrera.
Más que nunca el Mundo está lleno de parias, de esclavos sin pan, de pobres de solemnidad, de enfermos que no tienen derecho a la medicina, de países infectados casi por completo de la pandemia del siglo XX, el Sida. Millones de seres humanos no tienen agua potable, acceso a la educación, el más mínimo dispensario médico. A miles intentan cruzar las distintas fronteras del primer Mundo. Y nosotros vallamos su entrada, y hacemos que los hombres y mujeres responsan por su nacionalidad, no por su condición de seres humanos. La gran crisis de valores, de principios, de ideología que ahora sufrimos está causada por las grandes oligarquías, por las grandes multinacionales y capitales, que han implantado el sistema capitalista radical
a todo el planeta.
a todo el planeta.
La crisis que vivimos en el primer mundo, causada por los especuladores, por la banca, por las multinacionales en su orgía por amasar más y más poder, más y más capital, más y más control, se pretende superar en Europa recortando derechos a los trabajadores y trabajadoras. Y en España desde 2010 y mucho más activamente desde la llegada al Gobierno del Partido Popular en noviembre de 2011, metiendo mano al cálculo de las pensiones, recortando gastos sociales, salarios, eliminando derechos sindicales, criminalizando el trabajo de los sindicatos de clase y especialmente el de la UGT, estableciendo el copago (repago) farmacéutico, recortando en Sanidad, Educación, Bienestar Social, recortando el subsidio de desempleo, eliminando políticas de integración, desacreditando y demonizando todo lo público. Lo que iba a ser hace casi pocos años una gran regeneración social, ética y de comportamiento derivado de la quiebra económica del capitalismo, ha sido un espejismo y convertido en un afianzamiento mayor del capitalismo radical y del neoliberalismo. Lo que no debió hacer el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es abrazarse, entregarse a las tesis neoliberales y del capital, desde mayo de 2010. Y lo que no puede permitir el Partido de Pablo Iglesias, de los hombres y mujeres que lucharon por la dignificación de la clase obrera, es que unos cuantos "hijos de papa" nos impongan un modelo que nada tiene que ver con los principios fundamentales del partido, del socialismo, de la lucha de clases, y que la oposición que se hace frente al mayor ataque neoliberal de la historia de nuestro país, frente a las políticas más regresivas, sea una oposición blanda, una oposición responsable, una oposición por el bien general, como hemos visto este miércoles 11 de julio en el Congreso por parte del Sr. Rubalcaba. La generación de jóvenes actual y la siguiente son dos generaciones que van a vivir peor que vivieron sus padres, y que gracias a la lucha de clases consiguieron que pudiesen acceder a todo aquello que ellos no pudieron. El futuro actual de nuestro país, nos lleva a una situación de angustia y preocupación generalizada en la Mayoría Social, que la dirección actual del Partido Socialista no está gestionando con la altura y la grandeza que se merece la clase trabajadora de este país.
Desde aquí llamo al movimiento interno de los militantes de base del Partido Socialista, a los cuadros concienciados ideológicamente, a que demos de una vez por todas un golpe encima de la mesa para corregir el giro que el partido está dando a políticas liberales. Llamo a los miles y miles de afiliados a que cuestionen las políticas en sus agrupaciones, en sus casas del pueblo, que rompan el seguidismo de los aplaudidores oficiales y que les obliguen a manifestarse a posicionarse abiertamente de qué modelo de partido es el PSOE, ¿el de los trabajadores?, pues si es así, a la lucha, a combatir desde la ideología, a luchar por las reformas sociales, a plantarle cara al capital, al imperialismo económico, a la ideología de que con dinero vale todo. Apoyar todo el movimiento de lucha obrera en la calle, más allá de las fotos y de los gestos, desde el compromiso activo y real. No se puede seguir sentado en el Congreso mientras miles de miles de personas se manifiestan por Madrid, desplantes al Gobierno, al Partido Popular, y a encabezar las manifestaciones obreras. Son a muchos miles de cuadros y afiliados al partido los que participamos activamente en las movilizaciones y en la lucha contra el ataque neoliberal, porque este partido es mucho más que el de los aplaudidores oficiales.
Hoy tengo fe, fe en que la lucha de miles y miles de hombre y mujeres ha servido para algo, fe en que la militancia sabrá exigir a sus líderes, fe en la clase obrera, fe en que otro mundo es posible. Hoy tengo fe en el socialismo de clase. Y SOBRE TODO TENGO LA CONVICCIÓN DE QUE NUEVAMENTE SABREMOS LIDERAR LA LUCHA DE CLASES, LA LUCHA SOCIAL Y QUE SABREMOS DEFENDER ESE MODELO HASTA EL ULTIMO ALIENTO. ANIMO COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS, LA LUCHA CONTINUA.
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