jueves, 12 de septiembre de 2013

Hoy, en Galicia. La pasada semana en el País Vasco. Mañana, en Madrid. Escucho, sobre todo escucho, a los compañeros y compañeras. Creo, sin duda alguna, que nuestro modelo de convivencia está agotado. Se fatigó, como lo hacen algunos materiales. Está estresado y la tensión que nos provoca es agobiante.

Los estudios demoscópicos reflejan una tendencia al alza de la desafección política. Crece, siempre crece. Lo hace hasta convertirse en uno de los principales problemas de los ciudadanos. Aunque esa inclinación no es exclusiva de España, aquí la mezcla con otros dramas sociales, le da carácter de seria amenaza. Vivimos en mitad de una plomiza crisis, en una especie de tormenta indefinida. En ese escenario, no creemos en los políticos. Es decir, no confiamos en las soluciones, en las instituciones. La conclusión tan lógica como peligrosa bien puede ser la siguiente: Esto no tiene arreglo. A esta reflexión, podéis añadir la retahíla de efectos secundarios que conocemos muy bien. Sólo el capítulo corrupción os ocupará un buen rato.

Podemos hacer dos cosas: todo a nada. Os propongo la primera. Organicémonos y exijamos un gobierno de los mejores. Busquemos a los profesionales que han huido de la política, a la gente sabia, a las personas que viven en el mundo real. El golpe fresco de la juventud y el sereno de la experiencia, las ganas de vivir, de construir, de mejorar, progresar… La “crisis” jamás controlará las oportunidades que deja en su proceso destructivo. Sólo tenemos que identificarlas y ocuparlas.

No olvidemos que el actual “modelo” fue diseñado en un momento crítico de la historia de España: desaparecía un dictador. Los militares tenían pocas ganas de dar una oportunidad a la incipiente democracia y España rezumaba nacional-catolicismo por todos sus poros, sin experiencia en participación democrática, social. Fue una transición valiente, pero tutelada. Una monarquía democrática diseñada para ese momento, con un aparato del Estado que no fue sustituido eliminado por otro; sólo transformado. Visto con perspectiva histórica, en estos años no hemos vivido la experiencia de una Democracia plena, más bien parcheamos una transición que hace tiempo que debíamos haber transformado.

Es importante que nuestro Estado sea la suma de las decisiones de los ciudadanos, más allá de las votaciones para elegir a nuestros representantes. Una democracia sana es aquella en la que la sociedad participa, interacciona con los poderes elegidos por los ciudadanos. Una democracia sana es una democracia participativa, donde se establecen permanentes cauces de intercomunicación y decisión entre representantes y representados. 

Hoy más que nunca, la ciudadanía da la espalda a un modelo en el que no cree. Antes de pensar en partidos políticos, laicidad, República o Monarquía…recuerdo a Einstein: “La formulación de un problema es mas importante que su solución”

lunes, 2 de septiembre de 2013

Llevo unos meses sin actualizar mi blog, y creo que debo rendir cuentas por este tiempo de silencio. En primer lugar aclarando que no tengo abandonado este blog, sino todo lo contrario, y en parte este silencio se debe al esfuerzo realizado para actualizar sus recursos y su formato, adecuando sus herramientas e incorporando otras nuevas, y en definitiva, apostando por este blog con un nuevo impulso que hoy, tras el trabajo realizado, comienza a ver sus frutos. En segundo lugar, actualizando sus contenidos con todo lo que he vivido durante este tiempo, que es la segunda causa de este silencio, y sobre todo dejando en las líneas de este blog las principales reflexiones que hayan podido quedar en el tintero respecto a tantas cosas que los españolitos de a pie hemos vivido durante estos meses, o más bien debería decir que hemos sufrido.

Durante todo este tiempo, pasaron muchas e importantes cosas ¡Qué os voy a contar! …Aquí, la crisis parece haber infectado todo y a todos. Es una especie de plaga, socialmente mortífera. Las familias afectadas se cuentan por millones, la destrucción de puestos de trabajo no para de crecer. Todo ello alimenta una desafección política y sindical. La percepción que los ciudadanos tienen de las instituciones ha caído a niveles inimaginables hace bien poco. Los responsables de los llamados “grandes partidos” no tienen capacidad, liderazgo para sacarnos de este agujero. Lo peor es que no creemos en ellos.

La falta de personas en las que confiar ,en el Partido Popular y el Partido Socialista, deja huérfanos ideológicamente a muchos millones de españoles que no saben hacia donde mirar; es la antesala para que los populismos y los demagogos se hagan con la ilusión y la esperanza de una sociedad perdida. 

Los medios de comunicación tampoco se libran -¿cómplices necesarios?- de esta gran crisis. El Mundo está en una estrategia de tumbar a Rajoy (que no al Partido Popular), y El País deambula de un lado a otro, intentando buscar un espacio que ya nunca volverá a ser el que ocupó en el pasado. La Razón y ABC son simples aplaudidores y altavoces de la derecha casposa de esta nuestra España. Juegan pues a la política, en vez de ser el poder que informa a la ciudadanía de lo que pasa, de lo que ocurre. Si a uno se le ocurre ver, en cualquier cadena, el espectáculo de las tertulias, pronto se da cuenta de la barbaridad periodística que representan.

Faltan líderes creíbles y consistentes, medios independientes y veraces, ética profesional, transparencia… por eso es fundamental el papel de los servicios informativos de RTVE, por eso más que nunca debemos dar a la sociedad una opción creíble, un verdadero servicio público, fundamental de información. 

En este momento de rotura, de desgarro social, fui elegido Secretario General de la Sección Sindical Estatal de la Corporación RTVE. Es un reto impresionante: la Radio televisión Pública es víctima de una campaña de engaños y artificios muy peligrosos. Si nos equivocamos de camino, será el último. No hay vuelta atrás.

Agradezco el respaldo de los compañeros que, por unanimidad, me nombraron. Más aún, el decidido apoyo a un proyecto claro y contundente que pretende apuntalar la Radio Televisión Pública. Lo hace sin miedos ni prebendas. Encima de la mesa de toda negociación exigiremos transparencia, eficacia, eficiencia y legalidad. Queremos jugar en la “primera división” de las empresas audiovisuales públicas europeas. La segunda “B“ que nos imponen, forma parte de la “ingeniería financiera” que emplean los oligopolios mediáticos para externalizar nuestra producción y privatizar el dinero público ¡BASTA YA!


Me parece importante aquello de “predicar con el ejemplo”. Con los sindicatos homólogos europeos hemos establecido puentes para el diálogo y el debate. Con BBC, RAI, TF…haremos un frente común:en Europa, además de declarar la Radio Televisión Pública como bien cultural, la UE debe legislar para asegurar la permanencia de este servicio. Grecia es una prueba de la absoluta desprotección y dejadez política en este ámbito. Os iré informando de cuánto ocurra. 

Llevamos meses en pie de guerra en RTVE. La aplicación inopinada – no reflexiva- de los denominados “recortes” sabemos que comprometen la programación de RTVE, y la seguridad laboral y económica de sus profesionales.


Conseguimos detener ese proceso que atenta, incluso, contra la encomienda de servicio público otorgada por la Constitución. El preacuerdo alcanzado sobre el Convenio Colectivo- pendiente de ratificación en referéndum- garantiza la plantilla aprobada en el Acuerdo de los Peñascales, elimina la amenaza de movilidad geográfica forzosa, compromete la aprobación de un Plan de Producción Propia Interna que tiene que ser aprobado por el Consejo de Administración antes del referéndum. El respeto al actual dimensionamiento de las plantillas en los centros territoriales, de producción y corresponsalías nos parecía un punto no negociable para comenzar a hablar. A cambio de ese muro de contención al desastre, los trabajadores nos bajaremos la masa salarial en parámetros que no tocan salario base ni antigüedad. Los recortes mayores van a la estructura directiva. Es cierto que perderemos algunos derechos conquistados: rutas, parte de la acción social, copago de los comedores, etc. No obstante, el acuerdo que fue posible desde la presión y el buen trabajo de las organizaciones sindicales, es un tratamiento de choque, una forma de detener una sentencia que nos condenaba a muerte.

En todo ello estoy, y sobre todo ello he reflexionado durante estos meses de silencio en este blog, debido tanto a la urgencia de atender los compromisos adquiridos con mi organización y con el conjunto de los trabajadores de RTVE, como de remozar y actualizar este blog personal, porque como ya he dicho al principio, NO TENGO ABANDONADO ESTE BLOG, sino todo lo contrario, y por ello espero que cada día sea un puente más directo de comunicación, que se convierta en una plaza pública de encuentro, de debate, de reflexión y dialogo entre todos. Porque necesito saber qué pensáis, enriquecerme cada día con vuestras opiniones, ideas o críticas… porque juntos tenemos que encarar un futuro ¡y en ello siempre me encontrareis a vuestra disposición, amigos!

Compañeros y compañeras... ¡JUNTOS, QUEREMOS!
 
© 2013 Miguel Ángel Curieses Gaite con la tecnología de Blogger.
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff