Debemos combatir LGTBIfobia

Esta semana ha sido tremendamente cruel para los niños/niñas que viven el desgarro de sentir que su cuerpo es solo una prisión, y que son Lola en vez de Paco (los niños y niñas Trans). El odio nunca es tolerable, pero el odio hacia los niños y niñas, debería unirnos a todos y todas bajo una sola bandera. Esa bandera cuyos colores signifiquen erradicar la intolerancia, construir desde el respeto, la comprensión y la dignidad, la que permite tolerancia cero contra la violencia fisica o sicologica, la que hace frente al fanatismo.

Es complicado que un niño o niña, un adolescente haga el proceso de descubrir su diferencia sexual, que se dé cuenta que es diferente. Es un proceso que vive desde la soledad, desde el desconocimiento, desde el temor, y finalmente un camino que les lleva en el mejor de los casos a  una aceptación interior. Pero tras esa titánica lucha (y es complicado describirla), ¿En quién confiar?¿Con quién poder contar? en mitad de una sociedad patriarcal y machista, de una sociedad donde la ideología religiosa (educacional tras décadas de nacional catolicismo) aún vive en las mentes de muchas personas. Y ahí es donde el niño y la niña se la juega. Donde la visibilidad de su verdadera identidad lleva en muchos casos al Bullying, a la incomprensión social o a la discriminación. Y estoy hablando en este punto solo en el descubrir que eres homosexual, lesbiana o bisexual, sin entrar en una condición mucho más compleja que es la transexualidad.

Es cierto que socialmente se ha evolucionado bastante en los últimos años, pero no es menos cierto que sigue habiendo violencia contra colectivo LGTB, que la LGTBIfobia es más visible después de una aparente primavera de derechos y libertades, el último ataque esta misma semana en Chueca, al grito de "maricón". Pues en la transexualidad es proceso es muchísimo más complejo, delicado y duro. Y por ello la campaña del maldito autobús es un ataque intolerable y asqueroso contra la infancia, incitando claramente al odio. Nadie puede ser impasible. Las libertades sociales hay que defenderlas cada día, cada minuto, casa segundo.

La justicia debe de actuar, debe actuar con contundencia. No contra el autobús, que también, debe actuar en defensa de los niños y niñas trans, debe actuar contra el fanatismo que hace peligrar la integridad física o psicológica del colectivo LGTBI. No hay, no puede haber, medias tintas, el tiempo de medidas preventivas en este caso se ha pasado ya. La justicia debe actuar con todas las armas que la ley les da. Y si las leyes se quedan cortas, habrá que cambiarlas, crearlas.

Dejo esta canción preciosa que habla de cómo un padre es capaz de proteger y defender a su hijo. Una canción que quiero dedicar a todos los hombres y mujeres Trans, especialmente a los niños y niñas, a sus padres que luchan con ellos y ellas, a sus amistades y familiares. https://www.youtube.com/watch?v=IJOpGUlmZR4