“Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes”Pasadas unas horas del desastre electoral, todavía me ratifico más en mi idea de que es fundamental un Congreso en el que analizar y discutir el ideario de nuestro partido, encontrar que políticas se están desarrollando desde el mismo que van contra esos principios, buscar las realidades y necesidades de la sociedad española y sobre todo de la mayoría social, adaptando nuestro discurso a esa demanda de la mayoría social. Es fundamental encontrar los motivos que alejan a la mayoría social del Partido y que hace que no depositen su confianza en nosotros. No podemos permitirnos un Congreso de personas, donde sustituir a uno por otro, necesitamos reencontrar nuestro ideario, y conectar de nuevo y urgentemente con la mayoría social. Todo lo que no sea esto, es conducir al Partido a una situación que puede llevarlo a quedar absolutamente residual.
Rubalcaba y los residuos del zapaterismo no representan a la mayoría social. Lo han dicho los ciudadanos y sobre todo la clase trabajadora en las elecciones municipales del 2011, lo han reiterado en las elecciones generales, y nuevamente y con una rotunda claridad lo repitieron ayer. Los militantes de base no somos meros espectadores, en nuestras manos está provocar el cambio, hacer que un Congreso extraordinario sea posible, sino lo hacemos tendremos la responsabilidad de haber colaborado con aquellos que están conduciendo el socialismo hacia el desastre absoluto.
La sociedad en su conjunto, y la mayoría social en concreto, buscan otras marcas de izquierdas que les representen. Un partido centenario como el PSOE, no puede permanecer impasible ante esto. El Partido está por encima de los nombres concretos, de los personalismos, el socialismo en sí, es la única forma de emancipación de la clase trabajadora, la única posibilidad de la igualdad real. Cuanto más alejados estemos de estos principios, más peligro corremos de convertirnos en partido residual sin capacidad de influencia, de gobierno y por tanto de transformación de la sociedad.
Yo no soy de Rubalcaba, al igual que no soy de nadie en concreto, porque creo que las personas que lideren el PSOE son simplemente instrumentos para el desarrollo y la igualdad de la mayoría social. Son primero las ideas, los principios fundamentales, los valores, y después las personas que lucharán por desarrollarlas, son primero las bases antes que el aparato del partido, y no al contrario.
Llamo a todos los afiliados a que alcemos nuestra voz, y provoquemos cuanto antes el cambio necesario para que el PSOE sea lo que está llamado a ser, desde que Pablo Iglesias los fundo.
