Se ha establecido un debate social derivado de la suspensión de las series de ficción en la Corporación RTVE, tras el recorte de 240 millones propiciado por el Gobierno de España. El contenido del debate creo que debe de ser, que aporta a una radio televisión pública la emisión o no emisión de contenidos de ficción. Algún dirigente del Partido Popular ha dicho que el que quiera ver series o películas que se lo pague, que para eso no está el dinero público, y este es el gran error. ¿Por qué creo que es un error?
Porque las series de ficción son un elemento fundamental para establecer a través del ocio debates y reflexiones sobre los problemas que la sociedad tiene. A través de las series se pueden ver desde distintos puntos de vista temas de trasfondo social como el aborto, la religión, el machismo, la homosexualidad, el racismo, entre otros, y hacerlo desde el punto de vista del machista, del intolerante o el homófobo, ver que hace que personas de nuestra sociedad sean intolerantes o racistas, o cualquier otro rol indeseable, a la vez que podemos analizar el dolor de aquellos que los sufren. Sin olvidar que los valores que se defienden por los protagonistas de las series, tienen el refuerzo de la identificación que el espectador tiene con el actor. Si los espectadores ven en los protagonistas situaciones de la vida real, que ellos mismos sufren, y ven como estos hacen por superarlos o la defensa en valores que hace su personaje, están reforzando la opinión y la percepción del espectador.
Son por tanto las series, algo más que un momento de relax en el salón de casa, o delante de una tableta, ordenador o móvil de última generación.
Estos últimos días he estado analizando una de las series juveniles de la cadena FOX (cadena americana de ultra derecha en los Estados Unidos). Esta serie analiza cada semana un tema distinto de los que pueden afectar a cualquier joven americano o europeo, y se encuentra en cada capítulo las distintas variables del tema, tratando de introducir al conflicto una solución desde los valores éticos. Recalco lo de cadena americana de ultra derecha, porque aún siendo así, se tratan de fondo problemas como el acoso escolar, el racismo, los conflictos con la alimentación, la disconformidad con el cuerpo de uno mismo, la homofobia. Siendo los protagonistas de la misma, los primeros que no son ni perfectos, ni maravillosos iconos de la belleza, o encarnando papeles principales de los que sufren el acoso escolar o son de diferentes a lo que nos han acostumbrado a ver como normales las distintas ideologías o religiones. Sorprende por tanto que la ideología de la cadena, no tenga nada que ver con la defensa de los valores éticos de la serie. Si esto es posible en una Cadena Privada Americana, imaginémonos el papel que puede jugar la Radio Televisión Pública, en este caso la Corporación RTVE, en la emisión de ficción de sus canales. No solo debe de ser una apuesta decidida, es una obligación dentro de los mandatos de servicio público encomendados a la misma, y desde donde tratar de forma distendida los problemas de fondo que tiene y puede tener la sociedad. De dónde venimos y cuál es nuestra historia, que tipo de sociedad es la que buscamos, difusión de valores éticos fundamentales para la convivencia.
Si esta es la apuesta, el siguiente debate sería si hay que hacer una miniserie sobre Julio Iglesias, o es más adecuado sobre la transición española. Y sobre todo la independencia ideológica es fundamental, para que los valores que se trasmitan no sean los del partido gobernante, si no los acordados por la mayoría social.
Es pues fundamental una adecuada apuesta por la ficción en la Corporación RTVE, ha de responder a criterios de defensa de la igualdad, la tolerancia y la integración, el respeto, la democracia y los valores que de todo esto emanan. Y todo ello justifica el por qué de que exista una radio televisión pública de calidad, de difusión masiva, referente, independiente y veraz, al servicio de la ciudadanía.
Porque las series de ficción son un elemento fundamental para establecer a través del ocio debates y reflexiones sobre los problemas que la sociedad tiene. A través de las series se pueden ver desde distintos puntos de vista temas de trasfondo social como el aborto, la religión, el machismo, la homosexualidad, el racismo, entre otros, y hacerlo desde el punto de vista del machista, del intolerante o el homófobo, ver que hace que personas de nuestra sociedad sean intolerantes o racistas, o cualquier otro rol indeseable, a la vez que podemos analizar el dolor de aquellos que los sufren. Sin olvidar que los valores que se defienden por los protagonistas de las series, tienen el refuerzo de la identificación que el espectador tiene con el actor. Si los espectadores ven en los protagonistas situaciones de la vida real, que ellos mismos sufren, y ven como estos hacen por superarlos o la defensa en valores que hace su personaje, están reforzando la opinión y la percepción del espectador.
Son por tanto las series, algo más que un momento de relax en el salón de casa, o delante de una tableta, ordenador o móvil de última generación.
Estos últimos días he estado analizando una de las series juveniles de la cadena FOX (cadena americana de ultra derecha en los Estados Unidos). Esta serie analiza cada semana un tema distinto de los que pueden afectar a cualquier joven americano o europeo, y se encuentra en cada capítulo las distintas variables del tema, tratando de introducir al conflicto una solución desde los valores éticos. Recalco lo de cadena americana de ultra derecha, porque aún siendo así, se tratan de fondo problemas como el acoso escolar, el racismo, los conflictos con la alimentación, la disconformidad con el cuerpo de uno mismo, la homofobia. Siendo los protagonistas de la misma, los primeros que no son ni perfectos, ni maravillosos iconos de la belleza, o encarnando papeles principales de los que sufren el acoso escolar o son de diferentes a lo que nos han acostumbrado a ver como normales las distintas ideologías o religiones. Sorprende por tanto que la ideología de la cadena, no tenga nada que ver con la defensa de los valores éticos de la serie. Si esto es posible en una Cadena Privada Americana, imaginémonos el papel que puede jugar la Radio Televisión Pública, en este caso la Corporación RTVE, en la emisión de ficción de sus canales. No solo debe de ser una apuesta decidida, es una obligación dentro de los mandatos de servicio público encomendados a la misma, y desde donde tratar de forma distendida los problemas de fondo que tiene y puede tener la sociedad. De dónde venimos y cuál es nuestra historia, que tipo de sociedad es la que buscamos, difusión de valores éticos fundamentales para la convivencia.
Si esta es la apuesta, el siguiente debate sería si hay que hacer una miniserie sobre Julio Iglesias, o es más adecuado sobre la transición española. Y sobre todo la independencia ideológica es fundamental, para que los valores que se trasmitan no sean los del partido gobernante, si no los acordados por la mayoría social.
Es pues fundamental una adecuada apuesta por la ficción en la Corporación RTVE, ha de responder a criterios de defensa de la igualdad, la tolerancia y la integración, el respeto, la democracia y los valores que de todo esto emanan. Y todo ello justifica el por qué de que exista una radio televisión pública de calidad, de difusión masiva, referente, independiente y veraz, al servicio de la ciudadanía.