El gobierno de las Españas, éste que a golpe de Real Decreto desmonta nuestra Democracia, el mismo que legisla contra la mayoría, el que tan pronto impone la reforma laboral que supone el mayor retroceso en las conquistas sociales de las últimas décadas, como recorta 27.000 millones de euros en unos presupuesto sobre los lomos de lo público, mete un recorte de 10.000 millones a la educación y la sanidad… Ese gobierno que decía ser el Partido de los Trabajadores y resultó cómplice de una dictadura impuesta a golpe por los mercados. Su último gesto “heroico” es la modificación del Código Penal. Quiere, dice, frenar “la espiral de violencia…
Puede ser que, anestesiado con las reformas de los viernes, no me he enterado de lo que pasa en nuestras Españas. ¿A qué se refieren cuando hablan de “espiral de violencia”? Cinco millones muy largos de parados, recortes sistemáticos y aleatorios de servicios públicos, asistencia sanitaria, servicios sociales, subida de impuestos directos e indirectos constituyen, en sí mismos, una bomba social, es cierto. El gobierno del PP, sin embargo, sabe que vivimos en un país anestesiado, un país sin sangre. Por mucho menos, “la espiral social” llenaría las calles de la ciudades. ¿Se referirá éste señor – el ministro del Interior- a lo ocurrido en Valencia, cuando la policía pegaba a menores de edad?, ¿se referirá este señor a los movimientos sociales que se manifiestan por las calles contra tanta basura reformista? ¿se referirá a los movimientos ciudadanos como el 15-M? O, tal vez, ¿al grupúsculo de energúmenos que, en Barcelona, provocaron diversos incidentes indeseables?
La nueva “Dictadura” pretende secuestrar la libertad que nos habíamos dado, aquella por la se dejaron la vida mis abuelos. Es muy grave, dramático, porque según lo que trasciende de la reforma “en profundidad”, ellos deciden cómo y quién se puede manifestar. ¿Alguien cree que se consiguieron los grandes logros sociales preguntando al poder: “oiga usted mire es que no me gusta lo que hace y me voy a manifestar, no le voy a estropear nada, igual algún grito más alto que otro” La conquista social se ha conseguido siempre desde la movilización, siempre desde la lucha, siempre desde el enfrentamiento legítimo, activo o “pasivo”.
Además de recortarnos pretenden que no podamos protestar, y si lo hacemos y hay algún exceso entonces la ley de la kale Borroka. Eso sí los obispos como el de Alcalá, pueden atentar contra la dignidad humana desde sus pulpitos, agitando la homofobia y la intolerancia, alentando al odio hacia otro ser humano.
YA ESTA BIEN, OBREROS A LA CALLE, OBREROS UNIDOS, OBREROS DEBEMOS RECUPERAR LA DEMOCRACIA PERDIDA, EVITAR QUE NOS AMORDACEN FRENTE A LA DEFENSA DE NUESTRO PRESENTE Y FUTURO.
YA ESTA BIEN, OBREROS A LA CALLE, OBREROS UNIDOS, OBREROS DEBEMOS RECUPERAR LA DEMOCRACIA PERDIDA, EVITAR QUE NOS AMORDACEN FRENTE A LA DEFENSA DE NUESTRO PRESENTE Y FUTURO.
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